lunes, 14 de febrero de 2011

aún espera

Estoy aquí, siempre he estado aquí, esperando, en silencio.

Hace mucho tiempo que te espero, he sufrido mucho, tengo heridas que ni siquiera el tiempo podrá curar, cualquier día podría ser el último.

Soy fuerte, he aguantado muchos años los peores castigos sin quejarme. He permanecido en pie en los momentos más difíciles, muchos se han ido, muchos no han aguantado, pero yo sí, hasta ahora.

Y no pienso rendirme, pero sé que hay otros a los que no importa si yo caigo, que me quitarán incluso la vida si con eso consiguen algo a cambio, por eso hablo hoy, porque mañana quizá sea demasiado tarde.

No puedo verte, pero seguro que eres hermoso, alguien que ha dominado este mundo con tanta fuerza y tanto coraje debe ser un ser extraordinario, he oído muchas veces voces maravillosas que nunca entendí, y a las que nunca he tenido la fuerza para responder, pero hoy si.

Quiero algo de ti, quiero hacer un trato contigo, yo cumpliré mi parte cada día de mi vida y tú sólo tendrás que ofrecerme algo aquí y ahora.

Yo te daré frescor y calma, aroma, aire y aliento.

Te daré apoyo cuando estés cansado, tierra para posarte, tierra segura y estable para que puedas vivir cercano a la madre.

Te daré refugio, escondite y paz, mis brazos te sostendrán si quieres, mi cabello te cubrirá y te arropará, te regalaré lo que yo consiga de la tierra para que tú comas, lo mejor de mi ser, todo será tuyo.

A cambio sólo quiero que te acerques, durante un instante, abraces mi cuerpo grande y pesado, quiero sentir que me quieres, quiero que notes mi latido, la vida que hay en mí, que no soy un simple objeto o un juguete, que vivo, crezco, y muero como tú, tengo hijos, me alimento, me hieren y me recupero igual que harías tú, criatura maravillosa, abrázame, por favor, yo también estoy vivo y siento como tú.

Y el árbol quedó allí, en silencio de nuevo, esperando a que tú cumplieras tu parte del trato.

No hay comentarios:

Publicar un comentario