sábado, 29 de mayo de 2010

Lo esencial

Lo esencial no tiene nada que ver con reírse como el que se ríe de un chiste o de una broma.
No tiene nada que ver con la cerveza o el ron, absolutamente nada que ver con la posibilidad de acercarse a unos labios cada vez que uno los necesite, y no tiene relación alguna con la posibilidad de conseguir lo que uno quiere si eso significa pasar por encima de los otros.
Lo esencial es mirarse en tus ojos y saber que estoy ahí adentro, es descubrir que, cuando creo que nadie está mirando, si que hay alguien que lo hace sin poder evitar una sonrisa.
Lo esencial es que te llamen "magio", poder decir: no me arrepiento.
Lo realmente importante es guardar silencio y dejar que hablen las manos, los ojos. Es lo esencial, ser capaz de despedirse con lágrimas en los ojos para saludar luego con una amplia sonrisa.

Lo esencial es confiar, dejarse la armadura en casa y salir a tu encuentro, o salir y que me encuentres.

No son importantes los contratos, no son esenciales las rutinas. Es más esencial decir: estoy aquí, por si me necesitas. Porque en el fondo, aunque digamos que no, siempre necesitamos.

Es importante, cuando tienes algo que decir, no dejárselo callado.

Es esencial tender la mano, pero no obligar a que la cojan.

Ser, ser completo, no sentirse roto, no sentirse inacabado, sentirse único y a pesar de todo, no tener miedo de compartirse.

domingo, 23 de mayo de 2010

Un secreto.

El viernes fué un dia mágico, un momento para compartir, para disfrutar, la sensación de que todos llevávamos el mismo paso, las notas a unísono, el movimiento, la voz, las lágrimas, las sonrisas, los sueños...

Sin embargo tengo dos secretos que ese dia compartieron conmigo y yo devolví.

El primero vino de suecia en forma de mensaje, en forma de llamada que duró de pilatos a herodes y que terminó con la mejor hermana que he tenido nunca bailando en la cocina a tantos kilómetros pero al mismo tiempo tan cerca que pude sentir su mano apretando la mía en escena.

El segundo es el auténtico motivo por el cual yo tenía que subir a ese escenario, yo tenía que dar la talla, tenía que sentirlo como si realmente de mi decisión dependiera la vida de ese hombre, como si los latigazos me los dieran a mí...

Tenía que dejarme la voz y el alma si hiciera falta porque significaba mucho más de lo que cualquiera pudiera imaginar.

Tenía que hacerlo porque alguien había hecho ese mismo papel hace mucho tiempo, alguien que ya no está. Y entre el público se encontraba una persona muy especial que a llorado mucho su pérdida. Una persona especialmente sensible que se merece que la mencione hoy.

"Creo que, cuando tú cantabas, ella ha venido y me ha tocado" esa frase, sólo esa, vale mucho más que cualquier aplauso, que cualquier "me ha encantado" o que cualquier "felicidades".

"gracias por darme la oportunidad de estar aquí hoy" Ni hablar, gracias a ti por recordar, por tus lágrimas y por convencerme de que podemos subir alto, muy alto, y hacerlo juntos, nunca solos.


Esta es mi historia paralela, y ellas, los oídos para los que yo quería realmente cantar esa noche.

Mi más sincero cariño, para vosotras.

domingo, 16 de mayo de 2010

de piedras y nubes

te sientes perdida, lo sé.

No sabes dónde estás exactamente, aunque ves tus pies en el suelo, no aciertas a situarlos en el paisaje que te rodea, a determinar cuál es tu sitio, cuál tu camino. Es normal.

Pero todo eso es momentáneo, es pasajero. Hay quien dice que el amor viene y se va, yo no estoy de acuerdo, la tristeza es la que viene y se va, la soledad y el desamparo son pasajeros, no el cariño, no la ilusión.

Porque están ahí dentro aunque no podamos verlos, aunque no sepamos con quién compartirlos.

En una metáfora un día vi que la tragedia es pesada, terrible como un dolmen de roca que nadie puede mover, y a su lado estaba la ilusión en forma de jirón de nube, tan ligera, tan cambiante...

No es mas que un reflejo de nuestro propio miedo, porque no nos damos cuenta que nada depende de lo que sea la tragedia o la ilusión, depende de lo que seamos nosotros.

Si somos inmóviles como los guijarros o los árboles caídos el dolmen se convierte en la constante, nos aplasta, nos tapa la visión, no deja que el sol nos bañe.

Pero en cambio yo propongo ser ave, ser agua, ser viento que gira y baila con las veletas.

En ese caso el dolmen será efímero, porque nuestro mundo será de nubes, de lluvia y de vuelos, y esa será nuestra constante.

Si tienes que llorar, llora, pero deja que el llanto te limpie por dentro, deshaga en ti los nudos a los que te aferras para no derramarte en la tierra y te haga viajar hasta la raíz de los árboles para salir luego por los tallos verdes y volar lejos, muy lejos, a descubrir otro aire, otra agua.

Luego podrás volver, siendo tú de nuevo, pero una nueva tú.

Hace falta valor para romper el círculo en el que nos movemos una y otra vez, pero si quieres, te dejo un poco del mío, lo cual es una paradoja, porque eres tú la que me ha dado ese coraje.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Jasón y los hermenautas

Todos somos hermenautas, todos jugamos a descifrar los mensajes que nos llegan de tan diversas fuentes. Tenemos la costumbre de interpretarlo todo, de juzgar antes de conocer de primera mano el significado de palabras, miradas, golpes o gestos. Somos necios.

La Hermenéutica es el arte de engañarnos a nosotros mismos para bien o para mal, pretendiendo ir más deprisa que el mundo que nos rodea para estar allí ya preparados cuando éste llegue. Somos realmente necios.

El problema reside en que todo mensaje es una metáfora de otra cosa, todo es mentira a la par que verdad y la guerra entre poética y hermenéutica es implacable. Creyendo ambas que vencen cuando en realidad salen heridas de muerte taponando sus yagas con palabras y más palabras por puro orgullo.

Sin embargo de vez en cuando aparece un mensaje simple, sencillo, que no busca ser interpretado, que no refleja más de lo que es, que sólo es, es sin pretensiones, sin necesidad de comprensión. Ojalá fuera posible escribir una canción con estos mensajes, sería la canción más bella del mundo y la más humilde.

lunes, 10 de mayo de 2010

Subir

Subir alto, muy alto, para estar lo más cerca posible del universo y que te pueda escuchar.

Mirar hacia abajo, cerrar los ojos, cojer aire, respirar...

inundarse lentamente, dejarse llevar, sentir, sólo sentir.

La piel de gallina, ¿frío? no, que va.

Una canción en la cabeza, ¿una? un millón, cada una a tiempo, al compás, sin discordia.

Todo es tan fuerte que entra vértigo de cerrar los ojos.

La música suena, se extiende, se revuelve y se amplía.

¿Canto? es posible, creo que sí, aunque no es mi garganta la que inunda este espacio.

"Cantas con el cuerpo" con cada ápice, con cada fibra.

Subiendo alto, muy alto, para estar cerca del universo.

Silencio, te escuchamos.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Cuando se aprende

Volamos hacia ninguna parte y hacia todas al mismo tiempo, no necesitamos el viento, no necesitamos timón, nuestro coraje nos vale, las velas se hinchan con cada poesía, con cada color, cada mirada y cada recuerdo.

Un pie descalzo dice mucho más que cualquier constitución, una estela de un avión es un camino entre las nuves. Tenemos la mala costumbre de ir a rondarle a Scarlett Yohanson cuando en realidad buscamos a Frida Kahlo, y nos quedamos a medio camino entre el miedo y el deseo.

Sin embargo es el rompemiedos la llave para salir del laberinto, para darse cuenta de que lo importante no es ser el más importante para ser feliz, sino hacer felices a los que te rodean.

No todo el mundo necesita un barco para volar, por la simple razón de que ya tienen alas, eso no significa que tengan que estar o con la tripulación o a kilómetros de distancia, porque siempre podemos echar carreras entre Antares y Orión y rozar los tejados de los rascacielos para levantar una nuve de palomas asustadas.