martes, 12 de julio de 2011

La vida de la Ephemeridae

La efímera es un insecto que tiene una vida singular, durante un año aproximadamente vive inmersa en el líquido elemento mientras crece y se alimenta en completa soledad. No se puede considerar que exista, sólo es un proyecto de algo que será más adelante, por lo que realmente no vive, sólo sueña con lo que será al salir del agua, sueña con sus alas, con volar, sueña con encontrar a otras efímeras a las que contar todos esos sueños y a las que amar con toda la intensidad que ha acumulado a lo largo de este año de letargo. Sueña, sueña y sueña… constantemente se imagina a sus futuras compañeras, a la efímera de su vida, imagina su vuelo suave, incorrecto pero encantador, sus movimientos inquietos y la mirada sincera de sus ojos compuestos. Imagina, sueña, planea, espera…

Hasta que llega el momento:

Entonces tiene una adolescencia de 28 minutos en los que sale del agua, eclosiona, va hasta una rama cercana y eclosiona de nuevo, unas dos horas de juventud, con cinco minutos en los que conoce a algunos de los mejores amigos que la acompañarán por el resto de su vida, otras amistades que duran apenas segundos y amores despechados de cuartos de hora, cometerá errores y pensará en ellos durante esos interminables diez minutos en los que su vida no tendrá sentido, luego reaccionará y se dará cuenta de que su vida es demasiado corta para dedicarla a pensar en lo que pudo ser, pasará como media hora completa dedicándose sólo a sentirse bien, conociendo a otras efímeras, flirteando con las drogas del estanque y flipándolo con los focos de luz de los campings cercanos, donde otras efímeras de dudosa reputación le propondrán hacer locuras. Luego estará como veinticinco minutos completos intentando asentar su vida, probablemente encuentre a alguien y tenga un feliz matrimonio volador de una hora, un retiro de unos quince minutos mientras contempla el único amanecer de su vida, volando torpemente hacia el mismo estanque en el que nació, para terminar sumergiéndose en sus aguas y morir tranquilamente mientras va dejando sus huevos.

O quizás, para cuando eclosione, la efímera se decepcione al descubrir que el mundo no es como ella lo había soñado, y decide sentarse a esperar que llegue el momento. Pero después de cuatro horas y media que dura la vida de una efímera, cuando llega el amanecer, ya es demasiado tarde para reaccionar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario