martes, 19 de octubre de 2010

Propósito de cuarto de siglo nuevo

Viviré allá donde yo desee, o en varios lugares a la vez. El dinero no será motivo de preocupación, puesto que seremos tantos los dedicados a hacer un mundo mejor que necesitaremos decir que no muchas veces a las invitaciones gratuitas y al mismo tiempo recibiremos muchos “no” cuando nosotros nos ofrezcamos. La palabra “orgullo” sólo la usaré cuando hable del que me llenan mis hijos, mis alumnos, mis amigos o mi familia.
Seré yo en todo momento, sin necesitar simular cortesía delante de quien no lo deseo o frialdad frente al que la exige.
Tendré todo lo que quiero, esa risa a carcajadas a todas horas, esos labios fruncidos.
Me haré viejo con mucho estilo, haré deporte, jugaré como un niño a todas horas y disfrutaré de todo lo demás de igual manera. Me subiré a un escenario siempre que quiera, animaré a otros muchos a hacerlo.
Podré decir sin miedo: “tengo miedo” y lloraré y reiré al mismo tiempo sin que por ello me llamen loco.
Pondré la cara de nuevo para que me la partan, o las costillas, o la cabeza, o el brazo, porque merece la pena, tengo algo que proteger.
Saldré al campo a menudo, a correr, a lanzar palos, a meterme en los arbustos para espiar a las desprevenidas ardillas y a las perdices.
Escribiré lo que me apetezca, o no lo haré, si no me apetece.
No daré explicaciones, el que las quiera, que me las pida.
Cuidaré de los míos, y de los otros un poco también.
Y aprenderé muchas más palabras bonitas para decírtelas además de “guapa” y las usaré para empapelar toda una habitación de color rojo.

Así, de alguna manera, podré hacer todo lo que tengo que decir, hacer contigo todo lo que quiero decirte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario