lunes, 19 de abril de 2010

fijamente.

Cuando despertó, el hombre estaba realmente solo en la cubierta, el timón a su lado, el mar tranquilo, el sol bien alto en el cielo, y una gaviota blanca mirándole fijamente posada en la proa del barco.

-¿has dormido bien? dijo la gaviota.

- mejor que nunca. Respondió el marinero.

- Me alegro, hace días que nadie duerme como es debido en este trozo de mar, demasiadas peleas.

- Todo el mundo tiene sus guerras, sólo tienen que darse cuenta de dónde está el final.

-Por cierto, ¿te has dado cuenta de que vas desnudo?

- Si, me he dado cuenta.

-¿y el sol, no te quema?

- Si que lo hace, pero me gusta así.

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