sábado, 29 de mayo de 2010

Lo esencial

Lo esencial no tiene nada que ver con reírse como el que se ríe de un chiste o de una broma.
No tiene nada que ver con la cerveza o el ron, absolutamente nada que ver con la posibilidad de acercarse a unos labios cada vez que uno los necesite, y no tiene relación alguna con la posibilidad de conseguir lo que uno quiere si eso significa pasar por encima de los otros.
Lo esencial es mirarse en tus ojos y saber que estoy ahí adentro, es descubrir que, cuando creo que nadie está mirando, si que hay alguien que lo hace sin poder evitar una sonrisa.
Lo esencial es que te llamen "magio", poder decir: no me arrepiento.
Lo realmente importante es guardar silencio y dejar que hablen las manos, los ojos. Es lo esencial, ser capaz de despedirse con lágrimas en los ojos para saludar luego con una amplia sonrisa.

Lo esencial es confiar, dejarse la armadura en casa y salir a tu encuentro, o salir y que me encuentres.

No son importantes los contratos, no son esenciales las rutinas. Es más esencial decir: estoy aquí, por si me necesitas. Porque en el fondo, aunque digamos que no, siempre necesitamos.

Es importante, cuando tienes algo que decir, no dejárselo callado.

Es esencial tender la mano, pero no obligar a que la cojan.

Ser, ser completo, no sentirse roto, no sentirse inacabado, sentirse único y a pesar de todo, no tener miedo de compartirse.

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